Mark Zuckerberg se refiere al problema de WhatsApp


Ayer, 3 de mayo, en horas de la tarde usuarios manifestaron que registraron problemas en WhatsApp.

Más allá del folklore de los memes, de las bromas, de que deberíamos aceptar que podemos (o deberíamos poder) prescindir de un servicio como WhatsApp por un par de horas sin que signifique el fin de nada, llama la atención que la app que utilizan 1.200 millones de personas en el mundo siga manejándose con tanta opacidad.

Es decir, cualquier compañía responsable de una aplicación masiva debería ser absolutamente transparente respecto de las razones de que algo como una caída global suceda, tanto como de las medidas tomadas para solucionarlo. Otras empresas, como Gmail, Google o Amazon Web, también suelen tener apagones, pero a diferencia de WhatsApp, han demostrado en el pasado tener más reflejos en cuanto a la rapidez de respuesta y a las explicaciones posteriores a una falla grave.

Y los desprevenidos que todavía se conformen pensando «bueno, es un servicio gratuito, no tengo derecho a reclamar», deberían recordar una vez más que en realidad sí le pagamos a WhatsApp (o a Facebook, su empresa madre): lo hacemos con la cantidad de datos sobre nosotros que les facilitamos y que convierten en datos para publicidad.

Este miércoles, Business Insider consiguió una declaración casi monosilábica de un «vocero de WhatsApp», que dijo prácticamente nada. «Hoy, usuarios de WhatsApp en todo el mundo no pudieron acceder a WhatsApp por algunas horas. Ya hemos arreglado el problema y nos disculpamos por el inconveniente».

Cuando se le preguntó por las razones, dijo que el corte había sido motivado por algo «en el mismo WhatsApp», y no por una causa externa. Y nada más.

Esa falta de transparencia deja bastante que desear en un servicio al que semejante cantidad de personas le confían casi todo: sus conversaciones, sus fotos, sus videos, su intimidad y en muchos casos datos sensibles. Cuando algo sale mal a semejante escala, que los usuarios no tengan ni idea de lo que sucedió no es una buena señal.

Qué puede haber pasado

Pódría especularse hasta el infinito, pero el sitio IndiaToday maneja algunas posibilidades sobre lo que causó la caída de WhatsApp este miércoles.

  • Se cayó porque los sistemas y los servidores sufrieron el ataque de hackers. Es extremadamente difícil que haya sido esto, y además están las declaraciones del «vocero» a Business Insider.
  • Hubo una falla en el sistema, fue descubierta y solucionada (algo parecido a lo que dijo el vocero, aunque no haya sido específico).
  • Repentinamente, la app recibió un tráfico inusualmente alto durante un lapso de tiempo y los servidores no pudieron manejarlo. Posible, pero difícil.
  • Tal vez los ingenieros de la compañía hicieron cambios, algo que haya tenido que ver con el manejo de datos, y eso haya reiniciado algunos sistemas.

Más allá de la escueta explicación (que no fue oficialmente publicada en ninguno de los canales de comunicación de WhatsApp ni Facebook), llama poderosamente la atención que una de las firmas que hoy tiene en su poder una de las mayores bases de datos de la humanidad en sus manos no sea más clara en sus procedimientos.

La caída del miércoles fue solo de unas horas. Pero tanto con la app de chat como con cualquier otra plataforma digital, detrás de ese apagón hay un recordatorio de que tal vez confiamos demasiado en WhatsApp. ¿Y si no se hubiese restablecido? ¿Y si hoy todos los videos, audios, fotos y conversaciones de tu teléfono hubiesen desaparecido? Es una chance.

Cuando algo sale mal, mantener las cosas detrás de muros opacos y en secreto no inspira precisamente confianza en una compañía como WhatsApp.

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Acerca de Anibal

Ingeniero Industrial egresado en 2007, Viajero de corazón y trabajador de hobbie. Soy Instructor certificado de la Secretaria de Trabajo y Previsión Social. Mi frase, "Sin prisa pero sin pausa" y como viajero coincido en el hecho de "Viajar es la única cosa que puedes comprar, que te hace mas rico"