Airbus Group anunció una drástica reducción de la producción de su emblemático superjumbo A380, reconociendo que la demanda había caído muy por debajo de las proyecciones originales y planteando la perspectiva de que se deje de fabricar prematuramente el avión de pasajeros más grande del mundo.
El ritmo de fabricación de la aeronave de doble cubierta será reducido en más de la mitad a un avión por mes para 2018, anunció Airbus. En contraste con el éxito del resto de la línea de Airbus, la compañía comunicó la sorpresiva noticia pocas horas después de recibir varias órdenes de compra de gran magnitud para su popular A320 de pasillo único en el Salón Aeronáutico de Farnborough en el Reino Unido.
El A380, que se enfrenta a una casi inevitable desaparición apenas una década después de comenzar a operar en el ámbito comercial, nunca estuvo a la altura de las aspiraciones de la compañía, y Airbus hace rato que renunció a las esperanzas de recuperar los $28 mil millones que gastó en su desarrollo. La demanda desapareció en los últimos años con el lanzamiento de aviones bimotores más ágiles, con lo que la única línea aérea que aceptó plenamente el gigantesco avión fue Emirates de Dubái.
Después de pronosticar que las aerolíneas comprarían 1.200 superjumbos en dos décadas, Airbus ha aceptado una realidad mucho más modesta y entregó sólo 193 A380, con 126 órdenes todavía sin cumplir, algunas de las cuales es probable que nunca se concreten. Airbus informó que la reducción del ritmo de fabricación que ha planeado colocará a la producción futura “en consonancia con la actual recepción de órdenes de compra”.
Aún cuando Airbus busque reducir los costos del programa para permitir que el A380 siga siendo viable a niveles de producción más bajos, la magnitud del recorte planeado indica que el programa está al borde de una caída terminal. Si bien el ritmo de equilibrio de 27 entregas alcanzado en 2015 debería ser reducido a 20 el año que viene, la cifra aún supera en ocho lo que Airbus planea a partir de 2018. Esto coloca al avión en una posición peligrosa pese a las declaraciones del jefe de la división de aviones de pasajeros Fabrice Bregier de que “el A380 ha llegado para quedarse”.
“De esto no se va a recuperar”, dijo Richard Aboulafia, asesor de aviación de Teal Group en Fairfax, Virginia. “El nuevo ritmo es seriamente ineconómico; por lo tanto morirá en pocos años”.
Airbus llegó a caer un 3% y se negociaba a 51,80 euros, un 0,8% menos. La acción bajó 17% en lo que va del año, dotando a la empresa de un valor de mercado de $44.000 millones
El A380, popular entre los viajeros por sus amplios espacios, aún cuando tuviera los 550 asientos reglamentarios, no tuvo tanto éxito entre las líneas aéreas.