Cada vez está más claro que el smartwatch es un producto de nicho que no estaba destinado, como muchos creían, a las muñecas de todos. Las ventas cayeron un 32% el último trimestre, de 5,1 millones hace un año a 3,5 millones de unidades tras el primer aniversario del Apple Watch.
Según la consultora IDC, “los consumidores han aplazado la compra de unsmartwatch desde principios de 2016 a la espera de una actualización de hardware, y no se espera que las mejoras en watchOS lleguen hasta finales de año, lo que frena eficazmente las ventas del Apple Watch”.
El Apple Watch sigue acaparando un 47% de cuota de mercado a pesar de desplomarse en ventas: de 3,6 millones de unidades ha pasado a vender 1,6 millones. Una caída del 55% que se traduce en muy poca gente comprando relojes inteligentes, sin importar los buenos intentos de la competencia.
Samsung, Lenovo/Moto, LG, Garmin y otros fabricantes con nuevos productos presentados durante el CES o el MWC han conseguido rascar entre 100.000 y 600.000 ventas el último trimestre. Samsung, con el interesante Gear S2 en tiendas, sigue detrás de Apple con un 16% de cuota de mercado, un trozo del pastel mucho más pequeño que el que tiene en el mercado del smartphone.
Habrá que esperar al rumoreado Apple Watch 2 —más delgado, más potente y con mejoras de conectividad— para saber qué pasa con los relojes inteligentes. watchOS 3 estará disponible en otoño con un montón de funciones nuevas que se echaban en falta en versiones anteriores.